Las amenazas híbridas por parte de agentes estatales y no estatales siguen suponiendo una amenaza tan seria como grave para los gobiernos y las organizaciones internacionales. Los períodos electorales, por ejemplo, han resultado un objetivo especialmente estratégico y vulnerable.
Nuevas formas de conflictos, llamados conflictos híbridos, que combinan el uso de la fuerza militar con otros elementos como las amenazas avanzadas, la manipulación de la información a través de internet y de redes sociales o vectores de presión económica.
En la Estrategia Nacional de Ciberseguridad 2019 se advierte de la constatación de una tendencia creciente de las denominadas amenazas híbridas, definidas como "acciones coordinadas y sincronizadas dirigidas a atacar de manera deliberada las vulnerabilidades sistémicas de los estados democráticos y las instituciones, a través de una amplia gama de medios, tales como acciones militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica (...)"
Gracias a nuestros equipos de expertos multidisciplinares y nuestras tecnológicas diferenciales, así como nuestra gran experiencia en la gestión de riesgos reputacionales a nivel global, nos permiten ofrecer un servicio diferencial y de calidad, que permite abordar con garantías la detección y gestión de las amenazas híbridas a las que se enfrenten nuestros clientes.
Esto nos permite ofrecer un servicio con el adecuado planteamiento, y así evitar los sesgos habituales, a diferencia de otros competidores que ofrecen servicios centrados principalmente en los aspectos tecnológicos, olvidando muchos de los aspectos geo-estratégicos, económicos o regulatorios que están presentes en las amenazas híbridas.